Susana me defraudó al lamentarse por su pedido, casi explícito, de pena de muerte, por el hecho de ser católica; hablando del tema - en realidad aprovechándolo - Abajo pongo una nota sacada de infobasura - o infobae, no lo recuerdo - que habla sobre una iniciativa para renunciar al catolicismo en la Argentina. ¿ventajas? muchas, ya que la ICAR usa esa supuesta cantidad masiva de afiliados para ejercer el poder. Pero, si las estadísticas empiezan a bajar, se debilita y eso no estaría nada mal. gracias a esta gran institución lucrativa tenémos un mundo devastado - aclaración: no digo que el protestantismo sea mejor, me parecen simplemente idénticas ambas ideologías, pero esta en particular toma a la gente como si fuesen "propiedad privada" -; Por más que esto sea sólo un paso quiero insistir en otra cosa: el problema no son las religiones, sino la creencia fundamental que las sostiene. Si la casa principal cae, caerán todas.
Lean la nota. saludos.
Comienza una campaña para renunciar al catolicismo
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Comienza una campaña para renunciar al catolicismo
El lema de la misma es "¡No en mi nombre!". Busca que cada persona que fue bautizada, pero que no practica la doctrina católica, pida la baja en el registro parroquial
Siguiendo la iniciativa que se llevó a cabo en varios países, una ONG lanza la llamada Apostasía Colectiva en la Argentina, la cual busca que todos aquellos bautizados que no practican la fe católica puedan renunciar a la filiación religiosa.
Según explican los promotores del proyecto, coordinados por Andrés Miñones, con esto se intenta que la Iglesia no se involucre en temas que son de la sociedad civil, para lo cual es necesaria la participación de todos aquellos que ya no abrazan la doctrina.
"La apostasía colectiva es un acto de repudio público a la manipulación ideológica y material de la Iglesia en la vida ciudadana. Es una forma de expresar el desacuerdo con su política social, sexual, económica, dejando en claro que no nos representa, ni queremos que reciba del Estado subsidios ni privilegios en nuestro nombre", señala el portal web de la campaña, que lleva el lema "¡No en mi nombre!".
A su vez, indica que "basando su legitimidad en el alto porcentaje de personas bautizadas sin su consentimiento en el marco de un rito social naturalizado, la Iglesia implanta su moral dominante en las relaciones sociales, subyugando y condenando toda forma de vida que no se le doblegue".
Para poder llevar a cabo esta idea, se promueve que cada persona envíe una carta al obispo donde uno fue bautizado pidiendo la baja en el registro parroquial y que se borren los datos de los peticionantes, bajo el amparo de la ley de Hábeas Data, publicó el diario Clarín.
Según explican los promotores del proyecto, coordinados por Andrés Miñones, con esto se intenta que la Iglesia no se involucre en temas que son de la sociedad civil, para lo cual es necesaria la participación de todos aquellos que ya no abrazan la doctrina.
"La apostasía colectiva es un acto de repudio público a la manipulación ideológica y material de la Iglesia en la vida ciudadana. Es una forma de expresar el desacuerdo con su política social, sexual, económica, dejando en claro que no nos representa, ni queremos que reciba del Estado subsidios ni privilegios en nuestro nombre", señala el portal web de la campaña, que lleva el lema "¡No en mi nombre!".
A su vez, indica que "basando su legitimidad en el alto porcentaje de personas bautizadas sin su consentimiento en el marco de un rito social naturalizado, la Iglesia implanta su moral dominante en las relaciones sociales, subyugando y condenando toda forma de vida que no se le doblegue".
Para poder llevar a cabo esta idea, se promueve que cada persona envíe una carta al obispo donde uno fue bautizado pidiendo la baja en el registro parroquial y que se borren los datos de los peticionantes, bajo el amparo de la ley de Hábeas Data, publicó el diario Clarín.
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